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El Café Irlandés: Historia y Técnica para Hacerlo Perfecto

¿Quieres aprender cómo hacer uno de los cafés más populares y buscados en la red? Estamos hablando del café irlandés, un café con historia que junta muchos sabores, entre ellos dulce del azúcar, cremoso de la nata, y la madera del whisky irlandés. Vamos a explicar hoy como hacer el café irlandés para que lo puedas hacer en casa.


Origen del Café Irlandés

El origen del café irlandés es una reciente historia aunque no se sabe exactamente quien lo creó.

Una de las historias dice que se sirvió por primera vez por el año 1942 en el restaurante del chef Joe Sheridan en un aeropuerto de Foynes en Irlanda.

Un vuelo que se dirigía a New York por Botwood, Newfoundland, tuvo que volver al aeropuerto debido a las muy deficientes condiciones meteorológicas. El piloto llamó al restaurante de Joe para que calmara los pasajeros.

Fue entonces cuando Joe Sheridan tuvo que improvisar un café al que añadió whisky irlandés. Se dijo que poco después introdujo nata montada por encima.

Fue todo fue un éxito. A un pasajero estadounidense que preguntó si era café del Brasil, el mismo Joe contestó que se trataba de un "Irish Coffee".

´café irlandés

Así que también fue la bebida oficial del aeropuerto de Foynes. Pero la historia no acabó ahí... Después de un tiempo el aeropuerto de Foynes se cerró dando paso a un nuevo aeropuerto de Shannon, mucho más moderno y con buenas tecnologías.

Joe Sherindan se mantuvo allí y su restaurante reabrió en Shannon. Sin embargo, en 1952 se mudó a San Francisco donde fue empleado en el Buena Vista Café, y su café irlandés fue rápidamente popularizado.


Otra Versión

Otra leyenda cuenta que Joe Jackson, el padre de los hermanos Michael y Walsall, inventó el café irlandés original en el Hotel Ulster, ubicado en Donegal County, también en Irlanda, y comprado por Jackson a principios de 1945.

El café irlandés, una de las especialidades del hotel, era hecho a partir de café negro, azúcar, fino whisky irlandés y una capa superior de crema. Esta receta la inventó en sus viajes durante la segunda guerra mundial en la que él era marino.

No sé a vosotros, pero a mi me gusta más la versión de Joe Sherindan, pero lo dejo a vuestra elección.

Cómo Hacer un Café Irlandés

INGREDIENTES:

  • Café americano
  • 1 terrón/sobre/cuchara de azúcar
  • 2 granos de café para decoración
  • 20 ml de crema doble

Paso 1:

Hacemos el café americano y reservamos. Prensa francesa también valdría pero necesitaríamos que estuviese más fuerte.

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Paso 2:

En la jarra de metal, vertemos el whisky con el azúcar y lo flambeamos. Esto ayuda a reducir el volumen del alcohol y a soltar sabores del whisky, además de disolver el azúcar.


Paso 3:

Una vez se apague el fuego vertemos el whisky junto con el café en el vaso de café de irlandés. La proporción debería sere 2 partes de café por una de whisky.


Paso 4:

Preparamos la crema. La crema que uses debe ser doble y ligeramente batida en un coctelera. En su defecto puedes usar nata montada de bote, pero si quieres la receta tradicional deberías usar crema.


Paso 5:

Ahora añadiremos la crema y lo haremos con la ayuda de la cuchara coctelera para evitar que no se mezcle con el café.

café irlandés

La idea es que que llegue al borde del vaso y no sea de más de 2 cm de grosor así que debes practicar y considerar las medidas proporcionales al vaso que uses.

-no te olvides-

Temperatura es clave. Asegúrate que el vaso esté caliente antes de usarlo.

Algo típico es decorarlo con un par de granos de café por encima.


Otras Variaciones del Café Irlandés

-Irish Cream Coffee: No se le añade azúcar. En vez de 50 ml de whisky, se añade 25 ml de whisky y otros 25 ml de Bailey's.

-Café Irlandés Bailey’s: Tampoco se le añade azúcar. Además no lleva whisky, solo 50 ml de Bailey's. Esta versión es más dulce y tiene más cuerpo que el café irlandés clásico.

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¿Cómo se Toma el Café Irlandés?

Un café irlandés no se mezcla. La mejor manera de disfrutar un café irlandés es tomándolo en pequeños sorbos apoyando la copa en los labios y levantándola con el fin de que lo tomemos sin mezclar la nata con el resto de ingredientes.

En resumidas cuentas, notaremos el frescor de la nata montada en los labios, seguido del sabor del café y el whisky.

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